Yasmina Khadra – El atentado

Khadra, Yasmina. (2005). El atentado. Título original: L’attentat. Traductor: Wenceslao Carlos Lozano González (2007,2008). Madrid: Alianza Editorial, Colección: 13/20, Mayo 2008. 272 p. ISBN: 978-84-206-6671-6.

He leído, recomendado por Cecilia, El atentado. Tengo que reconocer que el resumen de la editorial me resultaba muy atractivo así como la personalidad de su autor, a quien no conocía. Yasmina Khadra es el seudónimo femenino adoptado por Mohamed Moulessehoul, ex comandante del ejército argelino, para evitar la censura militar cuando empezó a publicar sus primeras novelas.

El atentado está ambientado en Tel Aviv y es el segundo libro de una trilogía que comienza con Las golondrinas de Kabul, ambientado en Afganistán, y que termina con Las sirenas de Bagdad, ambientado en la guerra de Irak.

El atentado pretende indagar en la cuestión del terrorismo islámico y, en particular, de los terroristas suicidas. La acción está narrada en primera persona por el doctor Amin Jaafari, palestino de nacionalidad israelí y cirujano de éxito en un hospital de Tel Aviv. Beduino de origen humilde ha conseguido salvar toda clase de obstáculos para conseguir su sueño. Apolítico y laico, está casado desde hace diez años con Sihem. Su casa está situada en uno de los mejores barrios de Tel Aviv, pasan los veranos en el extranjero y se encuentran completamente integrados en la sociedad israelí. (p. 29).

Una formidable explosión altera la tranquilidad del hospital. Un kamikaze se ha volado en un restaurante. Hay varios muertos y muchos heridos. En un cuarto de hora el hospital se ha convertido en un campo de batalla, atestado de cuerpos desmembrados. Su mujer Sihem, a quien Amin hacía en casa de su abuela se encuentra entre las víctimas del atentado y, según las primeras investigaciones, su cuerpo presenta todas las heridas características de los kamikazes integristas.

Tengo que reconocer que este es un comienzo muy poderoso para una novela, aunque lamentablemente se queda sólo en un buen comienzo. A partir de allí Amín intenta encontrar una explicación a lo que ha ocurrido, pero, en el fondo su mayor preocupación es el engaño al que se ha visto sometido por su mujer y la sospecha de que ocultaba una relación con otro hombre. Sólo cuando descubre que esto no es verdad se considera salvado (p. 236). Es entonces cuando se da cuenta que ha dado la espalda a los suyos (p. 257).

Por otra parte creo que está mal escrita y llena de grandes frases que pretenden tener un significado profundo. Definitivamente pienso que Khadra / Moulessehoul no ha encontrado el tono adecuado para desarrollar esta historia que prometía mucho más.

– Mi esposa ha muerto. Pero antes de volarse en medio de una pandilla de escolares vino a esta ciudad a encontrarse con su gurú. Me cabrea mucho que haya preferido a unos integristas antes que a mí -añado, incapaz de contener la rabia que me invade como una marea oscura-. Y me cabrea el doble no haberme olido nada. Confieso que me cabrea mucho más esto último que lo demás. ¡Islamista mi mujer! ¡Y desde cuándo, vamos a ver! (p. 166)

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