Esta entrada es bilingüe, para ver la versión en castellano desplazarse hacia abajo
Faber & Faber, 2008. Format: Kindle edition. File size: 773 KB. Print lenght: 387 First published in 1975 ASIN: B002RI90DQ. ISBN: 978 0 571 24684 7.
About the book: Commander Dalgliesh is recuperating from a life-threatening illness when he receives a call for advice from an elderly friend who works as a chaplain in a home for the disabled on the Dorset coast. Dalgliesh arrives to discover that Father Baddeley has recently and mysteriously died, as has one of the patients at Toynton Grange. Evidently the home is not quite the caring community it purports to be. Dalgliesh is determined to discover the truth of his friend’s death, but further fatalities follow and his own life is in danger as he unmasks the evil at the heart of Toynton Grange.
The Black Tower, the fifth novel in the Adam Dalgliesh series, won the Silver Dagger award for crime fiction and was adapted into a television program in 1985 starring actors such as Roy Marsden, Pauline Collins and Martin Jarvis.
My take: Commander Adam Dalgliesh had been taken to hospital. Initially, it seemed his life was in serious danger, but it all ended up being a misdiagnosis. It was not an acute leukemia, in fact he had no leukemia. Now he is recovering from an atypical mononucleosis, but in his mind has begun to take shape the idea to resign from the police force.
He wasn’t sure whether this disenchantment with his job was caused solely by his illness, the salutary reminder of inevitable death, or wether it was the sympton of a more fundamental malaise, that latitude in midlle-life of alternative doldrums and uncertain winds when one realizes that hopes deferred are no longer realizable, that ports not visited will now never be seen, that this journey and others before it may have been a mistake, that one has no longer even confidence in charts and compass.
Such is his state of mind when Dalgliesh is about to read a letter from Father Baddeley, an old family friend. The old priest must be nearly eighty now and this was only the third letter which he had received form him. In this letter, the churchman would be grateful if Dalgliesh has the time to come and see him, as there is a matter about which he would like to receive his professional advice. Father Baddeley is presently a Chaplain to Toynton Grange, a private home for young disabled. Thanks to the kindness of the Warden, Wilfred Anstey, he lives on the estate, in Hope Cottage. Dalgliesh belives it won’t be a bad idea to spend his convalescence there, but upon his arrival Dalgliesh finds out that Father Baddely died two days ago and his human remains, in accordance to his wishes, were cremated. Soon we will discover that this will not be the only apparently unintended death that have occurred or will happen at Toynton Grange.
Although the pace of the novel, at least during more than half way through the story, is very slow for my taste, it very well reflects Dalgliesh’s mood. I must admit as well that, at times, I got lost with the excessive number of characters that show up along its pages. But in any case, it’s always a pleasure to read the wonderful prose of P. D. James and her ability to create the environment in which the action unfolds. The plot is very well crafted and Curtis Evans sums it up very well when he wrote at The Passing Tramp: ‘The Black Tower is a masterful mystery tale. Not only is it elegantly written, emotionally moving and powerfully atmospheric, it is an authentically fair play detective novel –no small thing, even in 1975!’ Definitely The Black Tower is well worth to be read. It’s a solid novel that ends up being extremely engaging and that is rather different from the rest of the books in the series.
My rating: A (I loved it)
About the author: P. D. James (1920-2014) was born in Oxford and educated at Cambridge High School for Girls. From 1949 to 1968 she worked in the National Health Service and subsequently in the Home Office, first in the Police Department and later in the Criminal Policy Department. All that experience was used in her novels. She was a Fellow of the Royal Society of Literature and of the Royal Society of Arts and served as a Governor of the BBC, a member of the Arts Council, where she was Chairman of the Literary Advisory Panel, on the Board of the British Council and as a magistrate in Middlesex and London. She was an Honorary Bencher of the Honourable Society of the Inner Temple. She won awards for crime writing in Britain, America, Italy and Scandinavia, including the Mystery Writers of America Grandmaster Award and The National Arts Club Medal of Honor for Literature (US). She received honorary degrees from seven British universities, was awarded an OBE in 1983 and was created a life peer in 1991. In 1997 she was elected President of the Society of Authors, stepping down from the post in August 2013.
The Black Tower has been reviewed at The Passing Tramp
Simon & Schuster publicity page
P D James (1920-2014) – A personal reminiscence by Mike Ripley and Obituary
La torre negra de P. D. James
Acerca del libro: El comandante Dalgliesh se está recuperando de una enfermedad potencialmente mortal cuando recibe una petición de asesoramiento de un anciano amigo que trabaja como capellán en una residencia para discapacitados en la costa de Dorset. A su llegada Dalgliesh descubre que el padre Baddeley ha muerto misteriosamente hace poco, al igual que uno de los pacientes de Toynton Grange. Evidentemente, la residencia no es precisamente la cálida comunidad que pretende ser. Dalgliesh está decidido a descubrir la verdad sobre la muerte de su amigo, pero se suceden otras muertes y su propia vida está en peligro, conforme desenmascara el mal en el fondo de Toynton Grange.
La torre negra, la quinta novela de la serie protagonizada por Adam Dalgliesh, ganó el premio Silver Dagger de novela policíaca y fue adaptada a un programa de televisión en 1985 con actores como Roy Marsden, Pauline Collins y Martin Jarvis.
Mi opinión: El comandante Adam Dalgliesh había sido hospitalizado. Inicialmente, parecía que su vida estaba en grave peligro, pero todo terminó siendo un error de diagnóstico. No era una leucemia aguda, de hecho no tenía leucemia. Ahora se está recuperando de una mononucleosis atípica, pero en su mente ha empezado a tomar forma la idea de dejar el cuerpo.
Ya no estaba seguro de si este desencanto con su trabajo se debía únicamente a su enfermedad, al sano recuerdo de la inevitabilidad de la muerte, o si se trataba del síntoma de un malestar más profundo, esa situación hacia mitad de la vida entre el abatimiento y la incertidumbre de los vientos, cuando uno se da cuenta de que los sueños aplazados ya no se van a poder realizar, que aquellos puertos que no hemos visitado ya no van a poder ser vistos nunca más, que este viaje y otros anteriores ha podido ser un error, que uno ya no tiene ni siquiera confianza ni en los mapas ni en la brújula.
Tal es su estado de ánimo cuando Dalgliesh está a punto de leer una carta del padre Baddeley, un viejo amigo de la familia. El anciano sacerdote debía de tener casi ochenta años, y ésta era sólo la tercera carta que había recibido de él. En esta carta, el religioso estaría agradecido si Dalgliesh tiene tiempo de venir a verlo, ya que hay un asunto sobre el que le gustaría recibir su consejo profesional. El padre Baddeley es actualmente capellán de Toynton Grange, una residencia privada para jóvenes discapacitados. Gracias a la amabilidad del Guardián, Wilfred Anstey, vive en la finca, en Hope Cottage. Dalgliesh cree que no será una mala idea pasar allí su convalecencia, pero a su llegada Dalgliesh se entera de que el padre Baddely murió hace dos días y sus restos humanos, según sus deseos, fueron incinerados. Pronto descubriremos que esta no será la única muerte aparentemente no intencional que ha ocurrido u ocurrirá en Toynton Grange.
Aunque el ritmo de la novela, al menos durante más de la mitad de la historia, es muy lento para mi gusto, refleja muy bien el estado de ánimo de Dalgliesh. Debo admitir también que, a veces, me perdí con el excesivo número de personajes que aparecen en sus páginas. Pero en cualquier caso, siempre es un placer leer la maravillosa prosa de P. D. James y su habilidad para crear el ambiente en el que se desarrolla la acción. La trama está muy bien elaborada y Curtis Evans lo resume muy bien cuando escribió en The Passing Tramp: “La torre negra es un cuento de misterio magistral. No sólo está elegantemente escrito, emocionalmente emocionante y poderosamente atmosférico, sino que es una auténtica novela de detectives que destaca por su juego limpio, lo que no es no poca cosa ni siquiera en 1975’. Definitivamente, La torre negra merece la pena ser leída. Se trata de una sólida novela que termina siendo extremadamente atractiva y que es bastante diferente del resto de los libros de la serie.
Mi valoración: A (Me encantó)
Acerca de la autora: Phyllis Dorothy James (1920-2014) fue una destacada escritora británica, artífice del resurgimiento de la novela policíaca en su línea clásica. Hija de un funcionario de clase media, Phyllis Dorothy James creció en la ciudad universitaria de Cambridge. Por dificultades económicas tuvo que interrumpir sus estudios a los dieciséis años, y a partir de entonces se convirtió en autodidacta. En 1941 se casó con un estudiante de medicina que regresó de la guerra mentalmente desquiciado y pasó gran parte de su vida en hospitales psiquiátricos. Para sacar adelante a su familia (su marido y sus dos hijos), James trabajó en la administración de un hospital. Tras la muerte de su esposo en 1964, trabajó como funcionaria en el Departamento de Política Policial y Criminal como experta en delincuencia juvenil. Esta experiencia le sirvió sin duda como base para su actividad de escritora, iniciada ya en la madurez con novelas policíacas en las que destaca su dominio del detalle y la perfecta caracterización de los personajes. Con Innocent Blood (Sangre inocente, 1980) asentó su fama como novelista. Su novela Cover Her Face (Cubridle el rostro), de 1962, fue la primera de una serie de historias policíacas de gran éxito, entre las que destacan, junto a las ya citadas, Shroud for a Nightingale (La mortaja para un ruiseñor, 1971); The Black Tower (La torre negra, 1975); Death of an Expert Witness (Muerte de un forense, 1982); A Taste for Death (Sabor a muerte, 1987); Devices and Desires (Intrigas y deseos, 1989); y A Certain Justice (Una cierta justicia, 1997). Muchas de sus historias fueron adaptadas a la televisión. En 1991 ingresó en la Cámara de los Lores con el título de baronesa de Holland Park.