This post is bilingual, scroll down to access the English language version
Secretaría de Educación Pública SEP, Lecturas Mexicanas, Segunda Serie, No. 31. México. 1986. Formato de libro: Rústica. 117 páginas. ISBN: 978-968-2908-93-4. Fecha de la primera publicación Marzo 1985.
Introducción: En una novela policiaca se parte de lo maravilloso a lo racional, situación inversa a la que se da en el cuento de terror. Bien sabe esto María Elvira Bermúdez, autora de los seis relatos detectivescos de este volumen y aficionada de «hueso colorado» al género. Bermúdez considera que si la explicación del crimen «imposible» satisface los requerimientos de la lógica, se cumplen las rigurosas normas de esta literatura, «la más difícil de escribir: saber quién fue el asesino y conocer sus motivos constituyen un reto a la imaginación y a la capacidad intelectual del lector». Por supuesto que un buen relato debe ajustarse al «juego limpio» y el autor debe dar todos los elementos necesarios para que se descubra el misterio.
Mi opinión: Con la única excepción de algunos aficionados a la novela policiaca, la obra de María Elvira Bermúdez ha permanecido, quizás, relativamente desconocida hasta nuestros días. Esto puede deberse al hecho de que sus libros durante muchos años han estado agotados y no se han vuelto a publicar. Sin embargo, al menos sus historias policiacas están disponibles en formato electrónico en algunos sitios web, aunque mal editadas. María Elvira Bermudez comienza a publicar sus cuentos, hacia 1948, en el diario El Nacional y en la revista Selecciones Policiacas y de Misterio, creada por el guionista y director de cine Antonio Helú (1900-1972). Según Aurora Ocampo, debutó con su relato “Mensaje inmotivado” (1948), recogido en su libro Muerte a la zaga (1985). Sin embargo, para la investigadora uruguaya Gianna Martella “El embrollo del reloj” (1948) es su primer relato. Además de ensayos, antologías y relatos, Bermúdez publicó una única novela policiaca: Diferentes razones tiene la muerte (Talleres Gráficas de la Nación en 1953), edición de gran formato con ilustraciones del escritor Salvador Reyes Nevares, reeditada por Plaza y Valdés en 1987. Sus relatos policiacos fueron recogidos en dos libros Detente, sombra (Universidad Autónoma Metropolitana, 1984) y el que ahora nos ocupa, Muerte a la zaga (Premià, 1985), incluido en la colección “Lecturas Mexicanas” del Fondo de Cultura Económica. Estos relatos fueron posteriormente recopilados en Cuentos presuntamente completos (Instituto de Cultura del Estado de Durango, 2014). Los seis textos en Muerte a la zaga son: “Mensaje inmotivado”; “Muerte a la zaga”; “Cabos sueltos”; “Las cosas hablan”; “Precisamente ante tus ojos”; y “Un segundo después de la muerte”.
“Armando H. Zozaya era un periodista aficionado a resolver casos criminales misteriosos”, así comienza “Mensaje inmotivado”, el primer cuento del libro Muerte a la zaga, de María Elvira Bermúdez. La trama gira en torno a la muerte de Fidel Gómez, un rico industrial español. Primero su viuda y luego su sobrino, por separado, se dirigieron a Armando Zozaya pidiéndole que investigara la causa de la muerte de Gómez. El médico certificó que había muerto a consecuencia de un infarto, pero ninguno de los dos se lo cree. Al parecer, Gómez cambió su testamento varias veces antes de morir. Pero no solo su mujer o su sobrino se beneficiarían de su muerte, tanto su médico como su leal criado también recibirían una gran suma de dinero. La historia me suena familiar, pero no recuerdo dónde leí una trama parecida. En cualquier caso me gustó.
“Muerte a la zaga” es la historia que da título al libro. La acción se desarrolla a bordo de un carguero durante un viaje de Veracruz a Tampico. Armando H. Zozaya, que se encuentre a bordo, deberá investigar el asesinato de Rafael Dorentes, esposo de Germana, y cuñado de Carmela Ruiz, una encantadora joven que, tiempo atrás, había sido novia de Zozaya. Para mi gusto, la mejor historia del libro y una de las mejores de Bermúdez.
“Cabos sueltos” tiene lugar en Durango donde encontramos a Armando H. Zozaya hospedado en la pensión de los hermanos Nuñez. Uno de los hermanos es encontrado muerto una mañana, envenenado por estricnina. Zozaya tendrá que juntar todos los cabos sueltos para descubrir al culpable.
“Las cosas hablan” presenta a María Elena Morán, mujer del diputado federal por Coahuila Bruno Morán, ella misma una detective aficionada. Una avería del motor les impide continuar su viaje en coche en medio de la noche y buscan refugio en una casa de campo aislada. Más una historia de terror que policiaca.
En “Precisamente ante tus ojos”, María Elena Morán se encuentra de visita en la casa de uno de sus tíos en la Ciudad de México. En la cena, tendrá la oportunidad de resolver un misterio al recordar un cuento de Edgar Allan Poe.
“Un segundo después de la muerte” está escrito en primera persona por Bernardo, en la cárcel por haber asesinado a su hermano Mario, quien siente la necesidad de explicarse lo sucedido. Más una historia psicológica que policiaca, con un final totalmente inesperado.
Sobre el autor: María Elvira Bermúdez Cisneros (Durango, 27 de noviembre de 1916 ó 1912 según otras fuentes, – Ciudad de México, 7 de mayo de 1988) fue una cuentista, novelista y ensayista mexicana, y una de las primeras narradoras y teóricas del género policiaco en su país. Nacida en Durango, pronto se mudó con su familia a la Ciudad de México donde creció y se educó. Fue la primera mujer en licenciarse en Derecho por la Escuela Libre de Derecho, abogada, defensora de oficio adscrita a los Juzgados de Distrito de Durango y Toluca, se desempeñó como Actuaria de la Corte Suprema de Justicia, fue secretaria de Acción Social del PRI y profesora de enseñanaza especial en la SEP. Fue miembro de la Asociación de Escritores de México y del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, y colaboró en diferentes periódicos y revistas. Asismismo fue defensora de los derechos de la mujer y promotora de su derecho al voto. Editó también las antologías: Los mejores cuentos policiacos mexicanos (1955), Cuentos fantasticos mexicanos (1963, Chapingo 1986) y Cuento policiaco mexicano, breve antología (1987).
Hasta 1986 fue una de las pocas escritoras mexicanas interesadas en la ficción policial y la más conocida. Sus dos creaciones literarias principales fueron el periodista y detective aficionado Armando H. Zozaya, quien aparece en su novela Diferentes razones tiene la muerte y en varios relatos como “El embrollo del reloj”, “La clave literaria” y “Ella fue testigo”; y María Elena Morán, esposa de un político y primera mujer detective en Hispanoamércia, protagonista de sus relatos “Precisamente ante sus ojos” y “Las cosas hablan”, incluidos en Muerte a la zaga; y en “Detente sombra”, del libro del mismo título. Quizás por eso el poeta Marco Antonio Campos la llamó “la Agatha Christie mexicana”. En lo que respecta a su obra teórica, María Elvira Bermúdez muestra sus conocimientos sobre la ficción policíaca clásica en Ensayo sobre la novela policial (1947). En abril de 1988 la Dirección de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y las editoriales Planeta y Plaza y Valdes le hicieron un homenaje en el Museo Tamayo; el 7 de mayo de ese mismo año falleció.
Muerte a la zaga by Maria Elvira Bermudez
Introduction: In a detective novel, one starts from the marvellous to the rational, opposite situation to what is given in the horror story. As María Elvira Bermúdez, author of the six detective stories in this volume and a “die hard” fan in the genre, is well aware. Bermúdez considers that if the explanation of the “impossible” crime satisfies the requirements of logic, the rigorous norms of this literature are met, “the most difficult to write: knowing who the murderer was and knowing his motives constitute a challenge to the imagination and to the intellectual capacity of the reader”. Of course, a good story must conform to “fair play” and the author must give all the necessary elements for the mystery to be discovered.
My Take: With the only exception of some detective fiction aficionados, the work of María Elvira Bermúdez has remained, perhaps, relatively unknown to this day. This may have been due to the fact that her books for many years have been out of print and have not been reissued. However, at least her detective stories are available electronically on some websites, albeit poorly edited. María Elvira Bermudez begun to publish her stories, around 1948, in the newspaper El Nacional and the magazine Selecciones Policiacas y de Misterio, created by the screenwriter and film director Antonio Helú (1900-1972). According to Aurora Ocampo, she made her debut with her story “Mensaje inmotivado” (1948), collected in her book Muerte a la zaga (1985). However, for the Uruguayan researcher Gianna Martella “El embrollo del reloj” (1948) is her first story. In addition to essays, anthologies and stories, Bermúdez published one detective novel: Diferentes razones tiene la muerte (Talleres Gráficas de la Nación in 1953), a large-format edition with illustrations by writer Salvador Reyes Nevares, reissued by Plaza y Valdés in 1987. Her detective stories were collected in two books Detente, sombra (Universidad Autónoma Metropolitana, 1984) and the one before us now, Muerte a la zaga (Premià, 1985), included in the collection “Lecturas Mexicanas” from Fondo de Cultura Económica. These stories were later compiled in Cuentos presuntamente completos (Instituto de Cultura del Estado de Durango, 2014). The six texts on Muerte a la zaga are: “Mensaje inmotivado”; “Muerte a la zaga”; “Cabos sueltos”; “Las cosas hablan”; “Precisamente ante tus ojos”; and “Un segundo después de la muerte”.
“Armando H. Zozaya was a journalist fond of solving mysterious criminal cases”, that’s how “Mensaje inmotivado” begins, the first story in the book Muerte a la zaga, by María Elvira Bermúdez. The plot revolves around the death of Fidel Gómez, a rich Spanish industrialist. First his widow and next his nephew, separately, addressed Armando Zozaya asking him to investigate the cause of Gomez’ death. The doctor certified he had died as a result of a heart attack, but neither of them buy it. Apparently Gomez’ changed his will several times before dying. But not only his wife or his nephew would benefit of his death, both his doctor and his loyal manservant would also get a large sum of money. The story sound familiar, but I can’t remember where I read a similar plot. In any case I liked it.
“Muerte a la zaga” is the book’s title story. The action unfolds aboard a cargo ship while on a trip from Veracruz to Tampico. Armando H. Zozaya, who finds himself on board, will have to investigate the murder of Rafael Dorentes, Germana’s husband, and Carmela Ruiz’ brother-in-law, a charming young woman who, time ago, had been Zozaya’s girlfriend. For my taste, the best story in the book, and one of Bermudez’ best.
“Cabos sueltos” takes place in Durango where we find Armando H. Zozaya staying in the guesthouse of the Nuñez brothers. One of the brothers is found dead one morning, poisoned by strychnine. Zozaya will have to piece together all the loose ends (in Spanish cabos sueltos) to uncover the culprit.
“Las cosas hablan” features María Elena Morán, wife of Coahuila federal deputy Bruno Morán, herself an amateur sleuth. An engine breakdown prevents them to continue their car journey in the middle of the night and they seek shelter in an isolated country house. More a horror rather than a detective story.
In “Precisamente ante tus ojos”, María Elena Morán is on a visit to one of her uncles’ house in Mexico City. At dinner, she will have the opportunity to solve a mystery when recalling a short story by Edgar Allan Poe. .
“Un segundo después de la muerte” is written in the first person by Bernardo, in jail for having murderer his brother Mario, who feels the need to explain himself what happened. More a psychological than a detective story, with a totally unexpected ending.
About the Author: María Elvira Bermúdez Cisneros (Durango, November 27, 1916, or 1912 according to other sources, – Mexico City, May 7, 1988) was a Mexican short story writer, novelist and essayist, and one of the first narrators and theorists of the detective genre in her country. Born in Durango, soon she moved with her family to Mexico City where she grew up and was educated. She was the first woman to earn a Law degree by Escuela Libre de Derecho, a lawyer, a public defender attached to Durango and Toluca District Courts, she served as Clerk in the Supreme Court of Justice, was secretary of Social Action of the PRI and a teacher of special education at SEP. She was member of the Asociación de Escritores de México and the Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, and collaborated in different newspapers and magazines. She was also a defender of women’s rights and a promoter of women’s right to vote. She edited also the anthologies: Los mejores cuentos policiacos mexicanos (1955 ), Cuentos fantasticos mexicanos (1963, Chapingo 1986) and Cuento policiaco mexicano, breve antología (1987).
Until 1986 she was one of the few Mexican writers interested in crime fiction and the best known. Her two main literary creations were the journalist and amateur detective Armando H. Zozaya, who features in her novel Diferentes razones tiene la muerte and in several short stories like “El embrollo del reloj”, “La clave literaria” and “Ella fue testigo”; and María Elena Morán, a politician’s wife and the first female detective in Latin America, who plays the leading role in her short stories “Precisamente ante sus ojos” and “Las cosas hablan”, included in Muerte a la zaga; and in “Detente, sombra”, from the book of the same title. Perhaps for this reason the poet Marco Antonio Campos called her “the Mexican Agatha Christie”. With regard to her theoretical work, María Elvira Bermúdez shows her knowledge on classic detective fiction in Ensayo sobre la novela policial (1947). In April 1988, she was paid homage by Direccion de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes and the publishing houses Planeta and Plaza y Valdes at Tamayo Museum; on 7 May of that same year she passed away.